miércoles, 29 de julio de 2009

Confesión de amigas




Estaba por escribir el día 24 que fue día de mi cumpleaños.Y sigo pensando en lo implacable que es el tiempo.
Hoy quiero hablarles sobre mis amigas.Son muy pocas las personas a las que podemos recurrir sabiendo que no esperan nada a cambio. Yo tengo dos amigas: Cris y Lupe. Las tres tenemos algo en común aparte de tener dos hijos cada una y es no tener un esposo que sepa valorarnos.Cris es acertada diría yo, porque antes de que le platiquemos algo ella ya se imagina por dónde va el asunto. Lupe es también buena consejera aunque a veces ella misma no sabe ni que hacer consigo misma.A las dos las quiero y a pesar de que hubo un tiempo en que sentí que me hacían a un lado, hoy sé que puedo seguir contando con ellas y que las sigo queriendo igual que siempre. Y que claro, ellas pueden seguir contando conmigo en lo que sea. Cuando platicamos, parece que podemos contarnos cualquier cosa sin miedo a que nos critiquemos. Por eso hoy quiero dedicarles esta historia breve llena de sabiduría y amor:

Una joven esposa estba sentada en un sofá en un cálido y húmedo día, bebiendo té helado y charlando con su madre.
Mientras hablaban sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades las obligaciones de la adultez, la madre hizo tintinear los cubitos en el vaso, pensativamente,miró a su hija seriamente y le dijo:
- No te olvides de tus amigas- le advirtió, revolviendo las hojitas de té.
- Se volverán importantes a medida que madures. No importa cuanto quieras a tu marido y a tus hijos, siempre necesitarás a tus amigas.
- Recuerda salir con ellas, hacer cosas con ellas. Y recuerda que tus amigas no son solamente tus amigas sino también tus hermanas, tus hijas y otros parientes. Son la familia que te permites elegir.
- Necesitarás a otras mujeres, siempre las necesitarás.
- Qué
extraño consejo- pensó la joven; acabo de casarme,de entrar en el mundo adulto, soy una mujer casada, no una niñita que necesita amigas.
- Seguramente mi marido y mi futura familia serán suficientes para darle sentido a mi vida.
Pero escuchó a su madre, se mantuvo en contacto con ellas e hizo cada vez más amigas.
Al pasar el tiempo se fue dando cuentas que su madre tenía razón. A medida que el tiempo pasa y la naturaleza produce cambios y misterios en la mujer, las amigas son indispensables en la vida.
Y es verdad.
Las amigas cuidan de tus hijos y guardan tus secretos, dan consejos cuando lo pides, que a veces seguimos y a veces no. Nos sacan de apuros, nos ayudan a dejar las malas relaciones, manejan o vienen a vernos en medio de tormentas, nevadas o granizos o en la madrugada solo para ayudarnos.
Nos escuchan cuando perdemos el trabajo o un amigo, nos escuchan cuando los hijos nos rompen el corazón o hasta cuando nos preocupamos por ellos demasiado y también cuando los cuerpos y mentes de nuestros padres fallan. Lloran con nosotros cuando perdemos a alguien amado. Nos dan respaldo y consuelo cuando los hombres que amamos nos decepcionan.
Nos ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van.
Se alegran con nuestra felicidad y están listas para destruir lo que nos hace infeliz. Nos dicen la verdad de todo aunque a veces nos duela, nos dicen lo que es no lo que queremos escuchar.

El tiempo pasa, la vida sucede, la distancia separa, los hijos crecen, el amor se derrite y se evapora, los corazones se rompen, las carreras terminan, los trabajos vienen y van, los padres mueren, los otros amigos olvidan los favores, los hombres no llaman cuando prometen... y las amigas están ahí, no importa el tiempo ni la distancia entre nosotras; una amiga nunca está lejos que no la alcance nuestra necesidad.

Así que, cuando tengas que caminar por ese valle solitario,llámese de cualquier manera, y lo tengas que hacer sola,tus amigas estarán alentándote o acompañándote siempre, aunque no estén junto a tí.

A veces parecerá que se alejan pero no, sabes y saben que puedes contar con ellas y ellas contigo. Las amigas son la bendición de la vida. El mundo no sería igual sin ellas, ni yo sería la misma.

Gracias por todo amigas..pueden contar conmigo y yo con ustedes.

Y para ustedes, importan las amigas?

jueves, 23 de julio de 2009

Confesión n. 1




La verdad, no sé ni cómo me atreví..pero bueno, aquí va la primera entrada.
Y quiero empezar por dedicársela a dos niñas que en tan poco tiempo se han vuelto mi vida: mis hijas.
Pero lo que en realidad me movió a hacer de este blog una serie de confesiones,es haber escuchado la canción de what's love got to do with it de Tina Turner. Y no es en sí el significado de la canción sino la misma vida de Tina. Una vida que aunque al iniciar fue dura y llegó a la cumbre..en la misma cumbre sufría lo que puede padecer una mujer en la clase social más baja: la violencia. Éste tipo de experiencias son las que me mueven el corazón porque yo viví en carne propia ese martirio. Y ahora veo, desde éste otro lado la fealdad con la que están hechos algunos hombres. Ike Turner, el ex-esposo de Tina fue un desalmado e ingrato con ella. La maldad que lo movió a hacer de la vida de Tina un sufrimiento se debió en gran parte, según la película y sus propios comentarios, a la envidia que Ike le tenía. Y me da por pensar, que en la mayoría de las ocasiones en que se suceden éstos hechos de violencia, es la envidia hacia sus parejas y la baja autoestima que tienen algunos hombres. Las experiencias de mis alrededores la mía propia me han dejado ver que los esposos tienen miedo de ver crecer a sus esposas.De darse cuenta que pueden lograr mucho más, que tienen mucha más capacidad mental para estudiar o alcanzar proyectos, de ser alguien en la vida que solo dedicarse a hacer la comida o cuidar de los hijos,o lavar ropa o satisfacer las necesidades del esposo.No, las mujeres aún casadas podemos hacer muchos más que solo eso. Solo hasta vencer el miedo propio(llámese a estar sola o a tener que trabajar por el sustento de la casa) se puede vencer el obstáculo que un esposo pequeño de mente representa.Una vez alguien me dijo: "ánimo, no estás sola" y aunque en aquélla ocasión me sentí muy sola, me doy cuenta de que en realidad no lo estaba.Era mi propio miedo el que me ataba y me hacía sentir sin protección. Hoy sé que puedo sola, la vida a lado de mis hijas me ha motivado. Y aunque ahora sigo viviendo con el papá de ellas,vivimos no solo bajo sus decisiones sino también bajo las mías, no solo con el dinero que él aporta sino también con el que yo gano trabajando. Mis opiniones cuentan y compartimos el poder dentro de la casa.Sabe que ya no tengo miedo de amenazas ni de golpes. Ya no tiene poder sobre mí. Yo adquirí el poder sobre mí. Y cuando ví la película de Tina..supe que muchas mujeres tenemos algo en común,siendo de clase alta, media y baja todas podemos sufrir de violencia en alguna ocasión pero también me dí cuenta de que podemos decir: "basta".Ánimo, mujeres..les digo lo que me dijeron a mí: "no están solas"...o qué creen ustedes?