lunes, 1 de noviembre de 2010

La princesa que buscaba marido...


Había una vez una princesa que quería encontrar una esposo que fuera digno de ella, que la amase de verdad. Para lo cual, puso una condición: elegería de entre todos a aquél que fuera capaz de soportar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron miles, centenares de pretendientes a la corona real. Al primer frío la mitad se fue, empezaron los calores y la mitad de la mitad se fue, cuando empezaron a gastarse los cojines y a terminarse la comida, la mitad de la mitad de la otra mitad también se fue.
Había empezado el primero de enero,cuando entró diciembre empezaron de nuevo los fríos y solamente quedó un joven. Todos los demás se habían ido. Cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente a que se terminaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vió que éste muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando que quizás ese hombre la quería de verdad.Lo había espiado en octubre, había pasado frente a él en noviembre y en diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto a los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera.
Entonces le dijo al rey:
-Padre, creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, éste es el hombre que de verdad me quiere.
El rey se había puesto contento y empezó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven a través de la guardia, que el primero de enero cuando se cumplieran los 365 días lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de enero. El 31 de diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa a ver su madre y ésta le dijo:
-Hijo, querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches y 365 días y el último día te fuiste. Qué pasó?? no pudiste aguantar un día más??
Y el hijo contestó:
-Sabes Madre?? me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo, y a pesar de eso,no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarme una sola noche de sufrimiento no merece de mi amor, verdad Madre?
Cuando estás en una relación y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parate de sufrimiento, el otro no lo hace es, porque todo se ha terminado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario