martes, 23 de marzo de 2010

El futuro me alcanza velozmente...


Hace unos días ya que estaba enferma doña Gina, a pesar de que últimamente nos veíamos poco, traté de estar con ella o al menos de hacerme presente. Falleció el sábado pasado. Fue una pérdida devastadora para sus hijos, pero ahi en el velorio me dí cuenta de que dejó hijos aparte de Joaquina, Adán y Elsa. Nos dejó tristes a muchos.

En parte me alegro de que haya dejado de existir. Estaba sufriendo mucho. Era como ver un espíritu joven atrapado en un cuerpo debilitado. Tenía tantas ganas de vivir.

Aún recuerdo lo bien ke me trató siempre. Independientemente de si iba o no a las reuniones.
Imagino lo que me hubiera dicho aquél día en que la llevaron al hospital y la ví decirme adiós.
Gracias a mi experiencia pasada con Doña Julia, hoy tengo la conciencia tranquila de que pude hacer algo por ella.
Joaquina me había dicho el miedo que tenía ella de morir...y creo, ke todos tenemos miedo.
Tengo miedo de morir, miedo de no completar mi trabajo de crecer a mis hijas.
Gracias a mi hermano por un correo que me mandó hoy, recordé lo importante que es solo un momento.
Me recordó que en las noches cuando mi hija me pide abrazarla, tengo ke hacerlo porque puede ser lo último que haga antes de dormir.
Gracias doña Gina por todo lo que me dió y por todo lo que compartió conmigo. Sé que no sufre y que solo descansa en el sueño de la muerte.
No cabe duda, de que el futuro llega demasiado pronto..es hoy mismo..