jueves, 23 de junio de 2011

Ningún título...


Era un día soleado mientras paseábamos Chayo, Vicky y yo.Platicábamos de esas cosas que nos pasan en la casa, en su trabajo porke para akél entonces yo tenía 15 años. Nos reíamos de cuanta cosa. Nos veíamos muy seguido para conversar y decirnos aquéllas cositas que nos inquietaban.Tengo recuerdos muy bonitos de su amistad.
Ellas eran humildes, sencillas, sin ningún tipo de glamour. Aunque hermanas eran muy diferentes, bueno como todos.Chayo era o se me hace más noble. Era una chica que buscaba la felicidad, aunque como tontamente hacemos algunas, la buscaba en un hombre.
Ella decía que como físicamente no era bonita nadie le haría caso y nunca se casaría. Por aquél tiempo le gustaba Elías, otro chavo buena onda también. Lo real y triste es que los hombres no se interesan en una mujer por la persona secreta del corazón. Más bien, primero ve si es bonita y si llama la atención físicamente entonces le hablan. Cuando ven a una mujer fea enseguida huyen.
Como la mayoría, platicaba sus ilusiones de tener novio, alguien que la llenara de atenciones, besitos, detalles y todo el cortejo lindo que hay en pareja.
Luego, por muchas circunstancias que en los últimos días he estado repasando nos distanciamos. Me casé, tuve mis hijas y así, menos contacto tuve con ella. Cuando la ví a principios de año me contó que iban a operarla, me extrañó verla sin sus lentes. Dijo que tenía el corazón grande y que necesitaba cirugía. La ví tan rápido, así como es la vida, llena de ocupaciones e inquietudes que te apresuran a cada paso que das.
La última vez que la ví, me contó que estaba contemplando muy de cerca la cirugía, que tenía miedo. Recuerdo haberle dado una nota, donde yo le decía que iba a tratar de acercarme más a ella, ke siempre la había considerado de mis mejores amigas y que tenía recuerdos muy gratos de ella.
Hace más o menos 12 días que falleció. Me siento mal. Triste desde el fondo de mi alma. Sonrío. Me río de algunas cosas. Pero cuando estoy sola, desde mi interior sale su recuerdo. Siento remordimiento por que creo creo que pude haber hecho más y no lo hice, porque no pude hacer nada y no lo intenté siquiera. A veces me siento fracasada como amiga, tal vez si soy un fracaso como persona. Lo único que he hecho bien es darle vida a mis hijas.
Hoy quisiera decirle tantas cosas a Rosario, de nada vale que lo quiera ahora...ya no importa.
Sé que valgo mucho, ke puedo ser mejor persona...pero hoy y desde hace días, me siento como si no importara, como si no valiera, como si estuviera perdida.
Me repito a mi misma que todo irá bien... muy bien.
No me imagino el dolor de sus padres al perderla...ni quiero saberlo.
Con lo que yo siento es suficiente ahora.
Cómo es posible convivir con las personas y de repente, ya no están ni estarán jamás...