miércoles, 21 de agosto de 2013

La Costumbre...la maldita costumbre.

Me da miedo la costumbre
esta costumbre de estar sin ti
esta costumbre de no sentir tus besos
esta costumbre de no rozar tu piel.

Lloré e imploré encontrarte
hoy por la tarde y al
pensar que tu mirada
decoraría la tarde
y sin embargo,
la costumbre me devolvió
al suelo.

La maldita costumbre de
no verte me quita
a diario tu recuerdo
me impide anhelarte
me dice que no te espere más.

Me da rabia la costumbre
de no tenerte.
Me duele tu indiferencia
a esta delgada costumbre
que día a día se hace menos
ligera.

La costumbre que día a día
me hará de piedra ante ti.


sábado, 20 de julio de 2013

Quizá sea porque te extraño....

Hoy al despertar sentí tu perfume,
tu aliento, tu presencia...
inundando como siempre la oscuridad
de mis pensamientos.
Te vi acercándote hacia mí
con tu sonrisa misteriosa
y tu cuerpo tan perfecto.
Escuché un te quiero
silencioso,
será porque a esa hora
de la mañana
estaría pensando en ti.
Me gustaría haber guardado
todas tus palabras
y sacarlas una a una
e invocarte
al menos, cada vez que te extrañe.
A ti no te pasa lo mismo.
Ni siquiera piensas en mí.
Poco a poco pasas de mí.
No sé como lo haces.
Quisiera ser tan fuerte como tú.
Ojalá pudiera adentrarme en
tu memoria
y quedarme ahí por siempre.
Estoy en duelo por tu ausencia
aún cuando disfruto de tu presencia.
Apareces en cada cosa que hago
y desapareces con la realidad.
Si hubiera sabido que esa era la última
vez que te veía,
hubiera arrancado cada beso
y cada minuto tuyo
y no me sentiría
vacía como me siento ahora.
Es estar rodeada de millones
de personas
y estar solitaria de ti.
Ver miles de rostros y
sin embargo, en ninguno te encuentro a ti.
Te amo a cada instante y
en cada instante te pierdo más que
el anterior.
No sé como le haces tú
para no pensar en mí.
Me gustaría aprenderte por último
esa técnica.
Me enseñaste a quererte cada día
una cosa más y otra cosa menos que no sé.
Aprenderé de ti cada día viendo tu indiferencia
y oliendo el olvido que afianzas en tu mente.
Será un proceso rápido y corto para ti
y para mí, un método de muerte.
Esta cosa buena que soy ahora
en parte es gracias a ti.
Aunque no estés conmigo
te llevo conmigo.

Pienso en tantas cosas
mientras elaboro el duelo
de tu pérdida.
Desperté hoy en la mañana
y estas palabras tal vez
sean el producto de un sueño
o tal vez sea,
quizás sea porque te extraño...