miércoles, 27 de octubre de 2010

O los celos..

Alejandro Páez Varela
Dos flores que guardas junto al colchón y dices que te regalé, y no lo recuerdo a pesar de que me gustan esos gestos. La risa de los de a lado, que no molesta a nadie sino a mí porque las cosas que nos decimos son demasiado serias. La vez que nos vimos y pensamos, al mismo tiempo, que éramos las paredes de un castillo (dos castillos) desplomándose. La furia de estar uno y otro encima y debajo y de lado y buscando más, como ratones perseguidos por gatos. El sillón, la cama, mi auto. Una ambulancia que nos despierta, una patrulla que viene directo a nosotros y soy yo el que debe salir a dar explicaciones.
O nada. O imaginamos.
La idea que tienes de mí, que no saco ni con pinzas perras y aflojatuercas. La noche en que salimos a mendigar amor, uno del otro, con un tesoro como sombrero.La madrugada en que me dices que debes irte y traes el cabello como una estopa después de pulir la pintura de un auto de 1940. Cuando me quedo dormido.Cuando te quedas dormida. Cuando nos dormimos o cuando no queremos dormir porque el que se duerma atrapará al otro roncando. Los amigos comunes, y los tuyos, y los míos, que juntos no valen más de dos cacahuates si estamos los dos.
O la lluvia dentro del cuarto.
El olor que desprendes antes de irte, el amor que cultivamos cautelosos como si fueran orquídeas. La plaga que azota a uno y se la pega al otro y entonce los dos parecemos olmos pintados de amarillo y negro por los gusanos quemadores. Mi piel no resiste más qu el papel de China. Tu piel, en la que reposo como si fuera una hamaca. Los años que nunca pasamos juntos. Los días en los que no sucede algo y estoy en silencio con los ojos fijos al celular. Tus tres mensajes por la mañana, mis cinco de la tarde. El perdón que me obsequias y los perdones que no te doy, y viceversa. Las ganas de correr a encontrarte en una esquina del barrio. La urgencia de voltear a otra parte si te encuentro caminando.
O el clima, o las alergias.
Orino en el retrete y dejo la tapa arriba. Orinas y todo queda pulcro. Los mensajes del celular que te llegan no son para mí. Las llamadas que no contesto no eran las tuyas. La canción que repetimos cinco veces. La canción que repito dos vece y sospechas que no es para tí. La canción que no voy a soportar que pongas porque pienso que es para otro boxeador que te noquea, aunque no sea cierto. Si llamas porque llamas, si no llamas también. Los tragos que me bebo sin tí, por tí, y cuando como que no te recuerdo. El sabor que me dejas, el miedo a que se percudan las ganas, el cielo gris que me invento porque me invento que te vas. Dos charcos, tres charcos, un lodazal que no controlo en la cabeza. Decirse adiós a tiempo, o no decirlo en absoluto. Perder cuando se va ganando.
O los celos.

miércoles, 20 de octubre de 2010


Últimamente Bucay se aloja en mi cabeza y todo por culpa de mi Oh, Sabia Maestra. Hoy lo estuve escuchando en un programa de radio que subieron a Youtube. Lo bajé y lo escuché en MP3 y lo vuelvo a escuchar cada vez que kiero. Su voz me encanta, y cuando digo eso, se me viene a la cabeza aquellos que encantan a las serpientes con su flauta..eso me pasa cuando lo oigo. No soy asidua de la lectura pero estoy leyendo sus libros ke no están en audio. Y me atraen.

Por eso, hoy cuando lo escuché en esa conferencia que dió sobre cuándo decir BASTA..le consultaron diferentes señoras sobre sus diversos casos. Y siento que cuando lo dice, es como si me lo dijera a mí. Para rematar la plática, leyó lo siguiente, que me parece simple y muy difícil de aplicar:

NO es NO, y hay una sola manera de decirlo. Sin admiración y sin interrogantes, ni puntos suspensivos.
No..se dice de una sola manera.Es corto, rápido, monocorde,sobrio y escueto.
NO..se dice de una sola vez.Con la misma entonación.
Un NO que necesita de una larga caminata
o una reflexión en el jardín no es NO.
Un NO que necesita de explicaciones justificadoras no es NO.
NO tiene brevedad.
NO..no deja las puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser.
NO..es no aunque el otro y el mundo se ponga de cabeza.
No..es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.
NO...no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz, baja ni gritando, ni con la cabeza agachada, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos, ni con pena, aún menos con satisfacción.
NO es NO.
Cuando el NO es NO, se mirará a los ojos y el NO se descolgará naturalmente de los labios. La voz del NO, no es trémula, vacilante ni agresiva, no deja lugar a dudas. Ese NO, no es una negación del pasado, es una corrección al pasado.
Y solo quien sabe decir NO, puede decir SI.
Ahora, reflexiono sobre cuándo he tenido que decir NO y no he podido y sobre cuándo podré decirlo y estar lista para decirlo.